Fotografía



Puente Genil, Córdoba. Cuaresma y Semana Santa de 2012


La devoción por la Semana Santa de Puente Genil, vivida con pasión y originalidad,
queda hoy plasmada en esta exposición de diez imágenes singulares, acompañadas de las inspiradas palabras de José Manuel Reina López, logrando ambos una original obra
que hoy se expone gracias a la colaboración de
la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas de Semana Santa y
al Ayuntamiento de Puente Genil.

El espacio elegido para esta muestra no podía ser otro que la calle Don Gonzalo,
el espacio donde nuestro pueblo vive su sentida celebración y donde,
durante la Semana Santa de 2009,
el artista plástico Pepe López Prieto siguió las procesiones,
captando en sombras una peculiar visión de esta celebración.

Los ciudadanos de Puente Genil, verdaderos protagonistas de la Semana Santa,
pueden disfrutar de esta exposición de diez fotografías, presentadas sobre piezas
de madera de 155x100 cm. de tamaño, impresas con tintas de serigrafía y
tratadas con barnices y pigmentos acrílicos para conseguir una obra única y exclusiva. 

….De la nube de una bengala
Y al son de un pasodoble.
Una estela multicolor
Abre paso al murmullo
De la alegría y la devoción.

¡Candelas de amor!
Corazones que arden
Crepitando al mismo son.


Pentagrama de dolor:
Entre notas y silencios, viaja la pena
Preñada de amargura.
Corcheas de muerte y amor.

Marcando marcial el paso,
Rindiéndote pleitesía
Con la flor de la poesía
De mis marchas celestiales.

…Y cuando bajo de ti
Te llevaba por las calles….
¡Cual cargaste sobre mí!
Y yo el hombre mas feliz
Porque iba haciendo un sendero
Que me llevaba hasta el cielo.

Y cuando voy de figura
Paso a paso, hasta la altura
Que marcas Tú en el Calvario…
…Haciéndote compañía
Detrás de Ti por las calles
Aliviando tu agonía.

Lanza, costado y herida;
Quejido y sangre.
La ceguera del soldado
Y la fuente de la vida.

En el sepulcro un clavel
Florece como la aurora.
Santos varones le lloran.
Y el cristal, limpio cristal,
Le da visos de amapola.

Centurión ¿Por qué dejaste
Que lo azotaran tan fuerte?
¿No era bastante su cruz?
¡Si es un humilde cordero
Caminando hacia la muerte! 

¡No le culpéis! Fue su sino.
¡Compadecedlo, mejor!
Le toco el peor destino:
Vender al mejor amigo
Y llevar siempre el castigo
De ser Judas el traidor.

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